30.1.12

Los exfoliantes

Hola a tod@s, ¿cómo estáis? espero que estupendamente.
Lo primero pedir disculpas por el retraso en postear, como veis el blog ha sufrido un lavado de cara muy para bien, todo gracias a la maravillosa mano de Irene, ¿qué haría yo sin ti?
Hoy quería parar aquí para hablaros de los exfoliantes.
La exfoliación es la renovación de la piel mediante, por poner un símil un tanto rebuscado, un lijado. Es decir, usamos un producto abrasivo para eliminar las escamas de piel muerta. Estos productos pueden ser, como todo en esta vida, de muy diversos orígenes. Como siempre os recomiendo que hagáis vuestros propios exfoliantes caseros por motivos tan importantes como que controlaréis los ingredientes, controlaréis el gasto, estimularéis la creatividad y usaréis productos que sabéis que se adaptan a vuestro tipo de piel. Si no tenéis tiempo o simplemente no os apetece, lo ideal es comprar un producto que sea natural, vuestra piel os lo agradecerá.
Por supuesto los jabones también pueden ser exfoliantes, lo que, a mi modo de ver añade una ventaja sobre el producto puramente exfoliante, y es que mientras os exfoliáis la piel os estáis limpiando, es decir es un 2 en 1 ideal.
Para hacer mis jabones he dividido los exfoliantes que tengo a mano en tres tipos, blandos, medios y duros.
          Exfoliantes blandos: Se usan para eliminar la capa más superficial de la piel, son muy suaves y podemos usarlos dos o tres veces por semana, serían las harinas (de maíz, de avena...), pétalos (rosa, caléndula...), cáscaras de cítricos (que previamente habremos secado y triturado).
          Exfoliantes medios: Quitan más cantidad de piel muerta y nos proporcionarán una limpieza en profundidad pero también son más abrasivos, podemos usarlos una vez por semana, podemos nombrar los copos de avena, el café molido, cera de abejas, arcillas o barros..
          Exfolientes duros: No los recomiendo para usar en zonas sensibles como la cara ni muy frecuentemente (un par de veces al mes es suficiente), nos limpiarán muy en profundidad pero también son muy abrasivos por su dureza, a modo de ejemplo, podemos nombrar cáscaras de frutos secos pulverizadas (almendras, nueces...), legumbres (judías, garbanzos...también triturados), sal gorda, y arena de playa o río.
En cuanto a usar azúcar o sal fina (incluso gorda) para hacer nuestros jabones exfoliantes no es muy recomendable, puesto que terminarían por diluirse con el agua y nos quedaríamos rápidamente sin las propiedades exfoliantes de nuestro jabón. Con la sal gorda nos pasaría igual sólo que más a la larga.

Y aquí os dejo un ejemplo de tres de mis jabones exfoliantes. Se puede apreciar por las texturas que son de diferente dureza, de arriba a abajo, arena de playa, barros del mar muerto y avena.


Y esto es todo por hoy, espero que hayáis disfrutado de la lectura de este post, como siempre un abrazo para tod@s y gracias por seguirme y por vuestros comentarios. Hasta la próxima

4 comentarios:

  1. Buen post de jabones. Yo personalmente los prefiero a los geles o espumas
    Un beso y adelante

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    1. Muchas gracias :), la verdad es que son muchísimo mejores que los jabones industriales, yo los fabrico desde hace ya unos años y la diferencia es notable, me alegro que te haya gustado el blog un abrazo grande :)

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  2. Hola Pedro, te han quedado muy bien. ¿los has hecho de la forma tradicional? Saludos.

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    1. Hola Nanita, muchas gracias, si, si, los hago todos de forma tradicional usando el método de procesado en frío, usando sólo sosa, aceites (coco, oliva y girasol), agua y pues el elemento exofliante claro :)

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