6.2.12

Un capricho para nosotros

Muy buenas a tod@s, como siempre deseando que estáis estupendamente bien.
En este post quisiera hablaros sobre jabones "para hombres". Como seguramente habréis adivinado me estoy refiriendo a ese ritual típicamente masculino que es el afeitado y cuidado diario de la barba.
Hoy en día la inmensa mayoría de los hombres se afeitan usando espuma de afeitar, es rápido, cómodo y barato, y, sinceramente, no conozco a muchos de nosotros que prefieran el placer de un afeitado con brocha y jabón a una pasada rápida con la espuma, es de un prosaico que, personalmente, ralla lo enervante, pero así somos. Como habréis adivinado, estoy bastante en contra de la espuma, para empezar, es algo frío e impersonal, segundo, no deja de ser un producto químico que aplicamos muchos días en nuestra cara y cuello, y que, ademas, obstruye los poros. Estoy de acuerdo en que el jabón de afeitar suele ser caro, pero cunde más, y aun así, podemos afeitarnos con cualquier jabón de tocador. Las ventajas del jabón son justo las desventajas de la espuma, el jabón es un elemento mucho más cálido, tenemos que trabajarlo con la brocha en vez de apretar un botón, tenemos que mimarlo y cuidarlo para que haga espuma, es en cualquier caso más natural que la espuma, abre los poros y nos limpia la cara, con lo cual cualquier cortecito que nos hagamos queda limpio casi al instante.
Dicho esto, los jabones que hagamos para nosotros o que vosotras hagáis para vuestros novios/maridos/hermanos/padres.... han de ser hidratantes pero a la vez tienen que hacer espuma; la cuestión principal es que nos afeitamos con una cuchilla, que es un elemento abrasivo y cortante, con lo cual si el jabón es hidratante nos va a nutrir la piel frente a la agresión que supone la cuchilla, y la espuma va a ayudar a que esta deslice más fácilmente sobre la piel lo que minimizará el riesgo de cortes. ¿En qué se traduce esto?: mantecas y coco; me explico, las mantecas aportarán la hidratación mientras que el coco nos dará espuma. Este es el momento en el que tenemos que usar nuestra imaginación, ya sabéis que el aceite de coco no puede ser más del 50% del total de aceites, y por otra parte las mantecas en grandes cantidades tampoco saponifican estupendamente bien, (y son caras, algunas de ellas muy caras, y si queremos tirar la casa por la ventana a base de bien os recomiendo el aceite de argán), con lo cual hallar la proporción ideal para nuestro jabón puede ser realmente divertido (o frustrante). En cualquiera de los casos hasta que hayáis dado con una receta de vuestro gusto os recomiendo hacer poca cantidad. Os puedo dar un ejemplo de grasas para medio kilo (como siempre es muy interesante tener ingredientes que tengamos a mano para no encarecer el producto final):
          150 gramos de aceite de coco.
          250 gramos de aceite de oliva o girasol.
          100 gramos de manteca (podemos usar manteca de cacao, de karité o incluso de cerdo, mucho más fácil de encontrar, muchísimo más barata y con unos resultados que no desmerecen a las anteriores)
Esto es sólo un ejemplo, pero hay tantas variaciones como peces en el mar, siempre teniendo en cuenta las tablas de saponificación para usar una cantidad u otra de sosa.
Un consejo es que uséis cítricos por su poder de desinfección (usar el zumo de medio limón o lima en vez de un 100% de agua es una idea genial y son unos ingredientes muy a mano)
Por último daros unos consejillos para afeitarnos con cuchilla, sobre todo a los que nunca lo hayáis hecho y os apetezca probar.
Lo primero es tener paciencia, y lo ideal es afeitarnos a la salida de la ducha cuando tenemos los poros abiertos y la piel húmeda, si no, podemos ponernos una toalla humedecida con agua muy caliente en la cara durante un rato para conseguir abrir los poros y ablandar la piel, si no tampoco pasa gran cosa, la cuchilla deslizará peor, eso es todo. Una vez que hayamos hecho esto, procederemos a mojar la brocha (por favor, sé que puede sonar un poco pretencioso, pero haced el esfuerzo y compraros (si no tenéis ya) una brocha de pelo natural, la diferencia es como la que hay entre el jamón envasado al vacío y el ibérico de bellota recién cortado a mano). Mojada nuestra brocha con agua caliente hacemos movimientos circulares sobre el jabón hasta que haga bastante espuma (es cosa de un minuto y medio o dos, y, evidentemente, cuanto mas movamos, más espuma, y, por lo tanto, mejor); el resto es sabido, enjabonamos la cara con la brocha y rasuramos con nuestra cuchilla. Cuando hayamos terminado el proceso, retiramos los restos de jabón con una toalla y curamos las heriditas con una barra aluminica o con alcohol, aplicamos nuestro after shave favorito y listo, un afeitado de primera y una piel agradecida por haber respirado en el proceso y por no haber recibido productos químicos.
En la foto podéis ver el que hago yo con pomelo y menta.


Y esto es todo, espero que os haya parecido interesante y que os animéis a comenzar a afeitaros con jabón, y espero que a vosotras también os haya gustado y os haya dado alguna idea para sorprender a alguno de vuestros hombres (novios, padres.....) Un abrazo y hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Es buenisimo ese jabon y un post muy interesante. Mi marido siempre se afeita con jabon y jamás ha usado after shave. Nunca le salen granitos y tiene la piel super limpia.

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  2. Muchas gracias por tu comentario Nanita, me alegro de que te haya gustado el post y espero que te animes a hacerle un estupendo jabon para afeitar a tu marido, seguro que te lo va a agradecer :)

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